En horas del mediodía de este lunes, un fuerte operativo de seguridad se desplegó en la Quinta Presidencial de Olivos tras recibirse una alerta sobre la posible colocación de un artefacto explosivo dentro de la propiedad donde reside el presidente de la Nación, Javier Milei.
La situación generó tensión y obligó a interrumpir los accesos al lugar como parte del protocolo preventivo.
El alerta se originó luego de que una mujer se comunicara con el servicio de emergencias 911 alrededor de las 12:30, asegurando haber colocado una bomba dentro de la histórica residencia presidencial ubicada en la intersección de Avenida Maipú y Antonio Malaver, en el partido bonaerense de Vicente López. De inmediato, personal de la Policía Federal Argentina se hizo presente junto a la Brigada de Explosivos, que comenzó una minuciosa revisión en los distintos sectores del predio.
Fuentes oficiales confirmaron que, como parte de las medidas de seguridad, se interrumpió momentáneamente el ingreso y egreso de personas en la residencia, mientras se efectuaban inspecciones tanto en el interior de la quinta como en sus alrededores. A la tarea se sumaron agentes de la División de Delitos Constitucionales, encargados de investigar posibles amenazas vinculadas a la seguridad nacional.
El perímetro fue asegurado y se restringió la circulación vehicular sobre la calle Villate, una de las arterias que rodean la propiedad. Además, personal de tránsito colaboró en la organización de desvíos para evitar la congestión en la zona y garantizar la seguridad de los vecinos.
Mientras tanto, el Ministerio de Seguridad de la Nación sigue de cerca la evolución del caso, coordinando acciones para descartar cualquier riesgo real. Hasta el momento, no se difundió información sobre la identidad de la persona que realizó el llamado ni sobre los motivos que habrían impulsado la amenaza.
Cabe destacar que no es la primera vez que la residencia presidencial es blanco de este tipo de intimidaciones. A lo largo de los años, la Quinta de Olivos ha recibido varias advertencias similares, que en su mayoría resultaron ser alarmas infundadas, aunque cada episodio obliga a activar los protocolos de rigor para proteger la integridad del mandatario y su entorno.
En el momento de la denuncia, el presidente Milei se encontraba cumpliendo con actividades oficiales dentro del predio, lo que intensificó las medidas de protección. Las autoridades remarcaron que toda amenaza es tomada con seriedad y que se continuará trabajando para esclarecer el origen de esta nueva intimidación.
Por ahora, las fuerzas de seguridad permanecen en el lugar hasta tanto se descarte por completo la existencia de un dispositivo explosivo. Se espera que, una vez concluida la inspección, se amplíen detalles sobre los resultados del operativo y las eventuales acciones judiciales contra la autora de la llamada.
