La industria automotriz argentina atraviesa un escenario de ajustes y reestructuraciones que impactan de manera directa en las plantas y en los trabajadores. En las últimas horas, la filial local de Stellantis anunció la paralización de la producción en su planta de Palomar, provincia de Buenos Aires, donde se fabrican los modelos Peugeot 208, 2008, Partner y Citroën Berlingo.
La medida se extenderá hasta el 5 de enero de 2026, y durante ese período los empleados tomarán vacaciones adelantadas mientras se realizan tareas de mantenimiento y acondicionamiento del sistema industrial.
La decisión se suma a los movimientos que ya realizaron otras automotrices como Volkswagen, Toyota y General Motors, en un intento por adecuar la producción a la caída de la demanda y al exceso de stock. Stellantis también informó que en su planta de Ferreyra, Córdoba, donde se producen el Fiat Cronos, Titanos y la nueva RAM Dakota, el personal será licenciado a partir del 15 de diciembre.

Contexto de caída en las ventas
El anuncio se da en un momento en que los patentamientos de autos 0 km cayeron 3,6% en noviembre respecto al mismo mes de 2024, y más del 30% en comparación con octubre de este año. Aunque los números acumulados aún muestran cierta estabilidad, el último trimestre encendió las alarmas en el sector.
El Peugeot 208, segundo vehículo más vendido del país, pasó de 2.606 unidades en noviembre de 2024 (7,6% del mercado) a 1.343 en noviembre de 2025 (4,1%), evidenciando una fuerte retracción. El Peugeot 2008, en cambio, mostró una leve mejora: de 630 unidades en 2024 (1,8%) a 812 en 2025 (2,5%). El Fiat Cronos, otro modelo clave de Stellantis, también sufrió una baja: de 1.772 unidades en noviembre de 2024 (5,2%) a 1.261 en noviembre de 2025 (3,8%).
La empresa explicó que la parada prolongada busca ajustar el stock y regular el flujo de unidades, en un mercado cada vez más competitivo y con creciente presencia de marcas asiáticas que presionan los márgenes de rentabilidad.
Ajustes en General Motors y el impacto laboral
En paralelo, General Motors confirmó la desvinculación de 90 trabajadores en su planta de Alvear, Santa Fe, ubicada cerca de Rosario. La medida se suma a una serie de recortes que la compañía viene aplicando desde 2024 y que ya redujeron en un 40% la dotación de personal.
A comienzos de 2024, la planta contaba con 1.000 empleados entre efectivos y contratados; hoy apenas quedan 600 operarios. Según datos publicados por el diario La Capital, entre abril de 2024 y febrero de 2025 se desvincularon 200 trabajadores, a los que se sumaron 309 bajas en los primeros meses de 2025 y ahora 90 retiros voluntarios adicionales.
El gremio SMATA advierte que la crisis se profundiza y que no se vislumbra un repunte en la actividad. “Los alargues de paradas, suspensiones y recortes de turnos se repiten en todo el sector. Para 2026 proyectamos un año igual o peor”, señaló Sergio Gazzera, secretario general de SMATA Rosario.

Un sector en tensión
Las medidas de Stellantis y GM reflejan la tensión que atraviesa la industria automotriz argentina, golpeada por la caída del consumo interno, la competencia internacional y la necesidad de ajustar costos para sostener la cuota de mercado.
El futuro inmediato plantea interrogantes sobre la capacidad de las automotrices para sostener el empleo y mantener niveles de producción en un contexto de incertidumbre económica. Mientras tanto, los trabajadores y los gremios se mantienen en alerta, conscientes de que las decisiones empresariales de hoy marcarán el rumbo del sector en 2026.
